Lewis Hamilton
Lewis Hamilton se molestó con el único coche que llegó a adelantarle en el GP de Gran Bretaña: "El safety car tiene que ir más rápido, es demasiado lento para nosotros…". Se impacientó, no está acostumbrado a perseguir, aunque fuera circunstancial. Dos accidentes fuertes condicionaron la primera mitad de la carrera y le obligaron a esmerarse en las resalidas. A partir de ahí se presumía paseo por la campiña inglesa, en un día soleado pero ventoso, y triunfo implacable en Silverstone, el séptimo en casa para él. Jugó con Valtteri Bottas, le ofreció una diferencia controlable, y se divirtió. La gracia es que luego Hamilton tuvo que sudar de lo lindo para cruzar bajo la bandera a cuadros sin una rueda, derrapando en las últimas curvas sobre un Mercedes incontrolable. Pero primero, claro.
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